La clave para diseñar tecnologías inclusivas.

En este contexto, ha habido una demanda creciente de mayor diversidad, equidad e inclusión (DEI) en los equipos, especialmente en aquellos que desarrollan e implementan las tecnologías con las que interactúan los usuarios finales. ¿Las empresas entienden la interacción entre la inclusión y la diversidad de la parte tecnológica y el diseño inclusivo de los sistemas? Queríamos averiguarlo.

Para el último informe del Instituto de Investigación Capgemini, La clave para diseñar tecnología inclusiva: crear equipos de tecnología diversos e inclusivos, hablamos con 500 empleados de departamentos de tecnología, en su mayoría mujeres y personas de comunidades de minorías étnicas y 500 ejecutivos de grandes organizaciones de sectores clave para los consumidores de nueve países. También hablamos con 5.000 consumidores, predominantemente mujeres y colectivos pertenecientes a minorías étnicas. Descubrimos que los equipos tecnológicos diversos e inclusivos conducen a un diseño tecnológico más inclusivo, pero las prácticas actuales de inclusión y diversidad no funcionan. Los ejecutivos de las organizaciones perciben que sus procesos son inclusivos, mientras que los empleados de los equipos de tecnología no están de acuerdo. Sin embargo, este desacuerdo es menor en organizaciones que tienen prácticas y cultura inclusivas avanzadas. Además, los consumidores también han experimentado tecnología discriminatoria y esperan que las compañías mejores este aspecto.

Los equipos de tecnología inclusiva fomentan la innovación, la creatividad y el diseño inclusivo de tecnologías que permiten una mayor escalabilidad de los productos y servicios digitales, lo que ofrece a las empresas un enorme potencial. Pero necesitan tener los procesos, las prácticas y los sistemas de valores adecuados; deben impulsar la equidad en los sistemas de inteligencia artificial y reducir el sesgo algorítmico al mismo tiempo que utilizan datos, herramientas y tecnologías para obtener mejores resultados de inclusión. Además, las organizaciones deben mantener a los usuarios en el centro de todas las prácticas de diseño tecnológico para construir productos y servicios tecnológicos más inclusivos.