Eliminando la línea de meta

La industria automotriz impulsó una nueva ola de innovación en la fabricación durante el siglo XX: la línea de montaje, la producción ajustada, la robótica, la automatización y la seguridad. Pero los tiempos cambian, y la industria automotriz también debe adaptarse. Es evidente que el modelo lineal tradicional ya no es viable.

Las exigencias de sostenibilidad están impulsando a los fabricantes de automóviles a implementar estrategias de cero emisiones netas en sus procesos de producción y fabricación, y a electrificar sus flotas. La industria ya ha experimentado múltiples interrupciones en sus cadenas de suministro (por ejemplo, la crisis de los semiconductores), pero la necesidad urgente de producir baterías a gran escala exacerbará estos problemas en el suministro de materiales como el cobalto, el litio o el níquel. Sin embargo, más allá del carbono, los recursos representan otro desafío que merece especial atención, sobre todo porque se está convirtiendo en una cuestión de soberanía. Afortunadamente, la economía circular se está consolidando rápidamente como el nuevo estándar para un mayor control de las cadenas de valor de los materiales.

Pero eso no es todo.

Al integrar los productos al final de su vida útil en un nuevo ciclo, los fabricantes pueden prolongar el valor de los productos, los materiales y los recursos. De esta manera, los principios de la economía circular generan y preservan más valor que los modelos de fabricación tradicionales. Los fabricantes cuentan con todos los elementos necesarios para triunfar en esta nueva era. Sin embargo, deben realizar cambios sustanciales en sus operaciones, adoptar nuevos modelos de colaboración dentro y entre los diferentes sectores, y actuar con rapidez para aventajar a la competencia.