Empezar con cabeza

Hoy he vuelto de vacaciones y tras enfrentarme al primer atasco de la temporada me he sentado en esta mesa. Algo era diferente. Si, es mi primer día después de varias semanas sin ordenador, teléfono, oficina… Muchas horas de trabajo quedan por delante y quiero llenarlas de sentido y buen humor.

¡Vamos a ponerle un poco de cabeza a esto!

Al volver, parece que ponemos el contador a cero. La infinita lista de cosas pendientes, que hizo agotadores nuestros últimos dias antes de vacaciones, dejó de estar vigente.

Las vacaciones nos dan la energía de haber visto otras cosas, convivido con otras personas y circunstancias y haber aparcado la rutina diaria unas semanas. Esta energía no podemos desperdiciarla. Este “candor” con el que se vuelve hay que aprovecharlo para cambiar algo e imaginar nuevas formas de hacer. ¡Pongamos en marcha nuestra creatividad! Al menos escribamos una nota que nos recuerde que entre tarea y tarea es bueno encontrar un momento:

• para escuchar,
• para ayudar,
• para pedir ayuda,
• para agradecer,
• para reconocer el trabajo de otros,
• para cuidarse
• y sobre todo… para reir.

Dentro de pocos días esta luz que tiene lo que se hace por primera vez se ira apagando, a no ser que sigamos sacando brillo a lo que hacemos cada día. Para recordar nuestros buenos propósitos lo mejor es compartirlos y aquí os dejo este post con el mío:

Recordar cada mañana (quizás leyendo esto que os escribo) la ilusión o frescura con que he empezado hoy.