Cómo enfocar la compensación de carbono en tu camino hacia el cero neto | Capgemini Invent

En los últimos dos años, y aún más notablemente desde el comienzo de la pandemia mundial, un número cada vez mayor de empresas ha realizado ambiciosos compromisos climáticos, vinculados al Acuerdo de París, el tratado internacional sobre el cambio climático cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a mucho menos de 2°C, preferiblemente a 1,5°C, en comparación con los niveles preindustriales.

Si bien estos compromisos son urgentemente necesarios, a menudo no será posible alcanzar la neutralidad climática o la neutralidad neta sin algún nivel de compensación de carbono.

Este es un tema que sigue siendo relativamente nuevo para la mayoría de nosotros. Además, presenta muchos retos, entre ellos el infame concepto de “lavado verde”, por el que las empresas afirman tener credenciales medioambientales, pero no las cumplen o no revelan información sobre su elección de compensaciones. En Capgemini Invent, estamos poniendo a nuestros clientes en el camino hacia el Net Zero, con una cartera de servicios estratégicos y operativos diseñados para acelerar las ambiciones de transformación sostenible. Y uno de los pilares de Net Zero se basa en fijar precios al carbono y las compensaciones. Para ello, ayudamos a los clientes a aprovechar la estrategia de carbono adecuada para apoyar su transformación y establecer su estrategia de compensación de carbono en torno a su ambición, limitaciones y riesgos, requisitos técnicos, gobernanza y ruta de equilibrio.

Cómo empezar a compensar emisiones

A menudo nos preguntan cómo empezar a compensar las emisiones de carbono y, por este motivo, hemos elaborado lo siguiente para destacar algunos de los aspectos clave que hay que tener en cuenta.

En primer lugar, la compensación de carbono sólo puede ser creíble si va acompañada de un programa real para reducir físicamente su huella de carbono en cada oportunidad. El cambio climático exige una respuesta urgente y ambiciosa para reducir masivamente las emisiones en primer lugar. También debemos recordar que las soluciones de compensación requieren algunos de los recursos de nuestro planeta (tierra, energía…), y por lo tanto pueden poner más presión sobre los recursos, por lo que el primer objetivo debe ser reducir las emisiones tanto como sea posible primero.

Dicho esto, aunque el proceso real de compensación de la eliminación de carbono llega más tarde, el camino hacia la compensación debe anticiparse y planificarse desde el primer día de su transformación neta cero. En efecto, pasar de la primera definición de su estrategia a largo plazo a su validación y a la compra de sus primeros créditos llevará tiempo. Por esta razón, aunque el Grupo Capgemini sitúa sus ambiciosos objetivos de reducción de carbono como el foco principal de su propio viaje hacia el cero neto, ha desarrollado criterios de compensación de carbono para definir una futura estrategia de compensación y ya ha iniciado conversaciones con proveedores de compensación de carbono para informar de esa estrategia.

Mientras tanto, dando un paso atrás y mirando el panorama general, observamos que la anticipación es clave para todo el mercado: para poder asegurar sus necesidades futuras de compensaciones, no podemos simplemente confiar en el mercado y comprar créditos en el mercado al contado cada año. A medida que aumenta la demanda de compensaciones, entramos en el juego a largo plazo, y los que tengan éxito serán los que se aseguren de que la oferta pueda satisfacer sus necesidades futuras (al menos, durante la próxima década). Esto presupone que han establecido una trayectoria prevista de reducción de emisiones, teniendo en cuenta el compromiso climático, los objetivos, etc., para anticipar las inversiones de compensación.

Aunque la anticipación es clave, el camino de la compensación también exige agilidad para hacer frente a la incertidumbre del mercado, adaptar el volumen de crédito a las emisiones reales más allá de la trayectoria y aprovechar las oportunidades tecnológicas que probablemente surjan en los próximos años. Por ejemplo, los posibles desarrollos tecnológicos en torno a la captura y el almacenamiento de carbono directamente del aire podrían considerarse fuentes de posibles compensaciones en los próximos años. Las organizaciones harían bien en conservar cierto margen de maniobra para ajustar su cartera de compensaciones cada año y aprovechar las oportunidades que surjan.

Puntos clave a tener en cuenta

Para que un programa de compensación sea creíble, existen otras condiciones de éxito:

La calidad de las compensaciones: hoy en día, aunque existen algunas normas reconocidas internacionalmente que ofrecen una garantía mínima de calidad, una empresa debe establecer sus propios criterios y realizar su propia diligencia debida en los proyectos que selecciona.

La movilización de todo un ecosistema a nivel interno: evaluar las necesidades de compensación, asegurar el enfoque presupuestario, comprar los créditos… necesitarán todas las aportaciones de diferentes equipos, como RSC, Finanzas y Compras.

Un gobierno dedicado, facultado para tomar decisiones estratégicas en consonancia con el ADN de la empresa, para los próximos 10 a 15 años. No hay que olvidar que esto pesará en el presupuesto de la empresa y tendrá un impacto en su credibilidad respecto a su compromiso climático. Esta gobernanza debe implicar a los directores generales de la empresa, como el director financiero, el director de RSC, el director de compras y, a ser posible, varios miembros del consejo de administración.

Está claro que la compensación no es una tarea fácil, pero forma parte de la historia a largo plazo. Requiere recursos y una sólida inteligencia de mercado, así como un fuerte patrocinio para construir una estrategia estructurada a lo largo del tiempo.

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