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La recuperación en el sector farmacéutico tardará al menos un año

05 oct. 2009

Un nuevo informe de Capgemini, proveedor líder en servicios de consultoría, tecnología
y outsourcing, pone de manifiesto los retos a los que se enfrenta la industria
farmacéutica y aporta una visión profunda de la situación del mercado para este
sector, así como para las compañías de dispositivos médicos, empresas de biotecnología
y agroquímicas. Según la VIII edición del Vision & Reality las dificultades
existentes en este sector son anteriores a la recesión y se prevé que persistan
a largo plazo, más allá de la recuperación del resto de la economía, a pesar de
que dos tercios de las compañías farmacéuticas estudiadas apuntan a una recuperación
en los próximos 24 meses.

El impacto de la situación económica ha provocado un incremento de las presiones
hacia una reducción de costes, de manera particular en las compañías farmacéuticas.
La presión de los gobiernos y consumidores ha aumentado la demanda de medicamentos
más asequibles, lo que afecta significativamente al rendimiento de los fabricantes
de “productos de marca”. La tendencia hacia un mayor consumo de medicamentos genéricos,
seguramente se incrementará en aquellos casos en los que existan como alternativa
a un producto de marca. La competencia de estos medicamentos genéricos supondrá
pérdidas de miles de millones de dólares en ventas para la industria farmacéutica.

Mientras que algunas compañías ven la necesidad de reducir costes como resultado
de la recesión, para abordar los problemas referidos, sobre todo, a las tasas
de rentabilidad, la industria en su conjunto sigue enfrentándose a una serie de
problemas preexistentes, que persistirán en un futuro previsible y que fuerzan
a cambios más profundos en el entorno empresarial. Se refiere a la caducidad de
las patentes, la falta de productos en fase última de desarrollo, las presiones
en la fijación de los precios y la nuevas demandas del mercado, y que todo ello
viene alterando desde hace tiempo el funcionamiento del mercado. También se prevé
que se produzca un endurecimiento de las regulaciones, particularmente en cuanto
a la eficacia y la seguridad de determinados productos que requieren estudios
adicionales antes de que los nuevos medicamentos sean lanzados mercado. Adicionalmente,
se suman los movimientos de concentración empresarial que se vienen produciendo
en los últimos meses y que han conformado nuevos “gigantes farmacéuticos”.

Del mismo modo, las empresas de biotecnología están encontrando dificultades
para obtener la financiación que les permita continuar con la inversión en la
investigación y desarrollo (I + D), vital para el éxito futuro. El sector agroquímico,
por el contrario, sigue creciendo significativamente pero no debe caer en el “crecimiento
a cualquier precio” manteniendo su enfoque en el control de los costes. Es más,
la crisis puede significar un aumento de demanda que no se materialice en volumen
de ingresos, dejando a estas compañías en una situación de presión de costes,
lo que puede suponer, a su vez, una reducción de la fidelidad a la marca e incrementando
del uso de genéricos, como en la industria farmacéutica.

Para su recuperación, las compañías farmacéuticas necesitarán adoptar estrategias
más radicales y una transformación profunda, más allá de la minimización de los
costes. En un sector en el que el entorno cambia muy rápidamente, la innovación
es la clave para mantenerse en pie, consiguiendo además que los productos y servicios
aporten la rentabilidad necesaria. Captar las ventajas de la innovación tecnológica
y de los enfoques del mercado, es vital para mantener los costes bajo control.
El informe hace un recorrido exhaustivo por las causas y sobre todo, por las acciones
a emprender en el futuro para llegar al éxito.

“Las compañías farmacéuticas y de dispositivos médicos se enfrentan a retos referidos
a la rentabilidad en un fututo muy próximo
”, según Carlos García Ruiz, Director del sector farmacéutico de Capgemini España.
Los cambios inminentes para la ciencia, la sociedad y los mercados, así como
la creciente presión de los gobiernos para que el proceso de producción minimice
los cotes, se suman a una necesidad urgente de transformación de la industria
que ya no puede ser pospuesta
.”