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¿Cual ha sido tu última equivocación?

Capgemini
2009-04-14

En mi experiencia como técnico de selección he hecho miles de entrevistas y en muchas de ellas hacía esta pregunta formulada de muchas maneras: ¿Tu peor error?, ¿la metida de pata que más recuerdas?, ¿que equivocación recuerdas más? o simplemente: ¿Cual ha sido tu última equivocación?

Porque somos humanos, a veces, cometemos errores y esto es una oportunidad de aprender.

Al darte cuenta de que te has equivocado hay, al principio, una sensación de tirarse de los pelos… Miles de preguntas que al principio quedan sin respuesta: ¿Cómo es posible? ¿En que estaba pensando? Este no poder volver atrás el tiempo es una fuente de malestar evidente.

La huella que deja una equivocación de esas, de las de verdad, es como el cráter de Chicxulub. Hace 65 millones de años, un asteroide de unos 10 kilómetros de diámetro impactó en la península de Yucatán creando un cráter de 180 km y anomalías en la gravedad en esa zona. Igual que aquel impacto estos errores provocan gigantescos tsunamis que pueden avanzar en todas direcciones.

En ese momento es vital aprovechar la energía que una equivocación genera. Porque esa frustración por el error cometido es como una bomba de miles de megatones. Dejar atrás la perplejidad y el desasosiego para ponerse manos a la obra y aprender de los errores. Asegurar que los mecanismos implicados en el error son corregidos: procesos de comunicación deficiente, procedimientos imprecisos o simplemente comprobaciones adicionales.

La emisión de polvo y partículas que hace 65 millones de años causó cambios ambientales que cambiarían para siempre la vida sobre la tierra. Igual después de vivir una pifia así, cuando logras salir del estupor inicial, tu forma de hacer las cosas empieza de nuevo y tu sencillez sale reforzada.

Una de mis equivocaciones “históricas” me llevo a una reunión en Londres un mes antes de que empezara la misma. ¿Cual ha sido la tuya?