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Tres claves imprescindibles para una comunicación efectiva

Cristian Ferrer
5 Jul 2023

Por todos es sabido que la comunicación es la base de cualquier relación. Desde tiempos remotos la comunicación ha sido el motor a través del cual la sociedad ha avanzado. No en vano hace 36.500 años que nuestros antepasados trataron de comunicar sus vivencias a través de pinturas en las cuevas de Altamira

Hoy las formas de comunicación son muchas y muy variadas, sin ir más lejos, en nuestro día a día nos comunicamos de formas muy diversas, desde el contacto directo presencial y personal, hasta las interacciones en redes sociales, pasando por el contacto directo vía online, en llamadas o videoconferencias. Es por ello, que la reflexión sobre como nos comunicamos se convierte en necesaria y la mejora o, como mínimo, la atención a estas habilidades puede ser diferencial, no solo en nuestros resultados profesionales, si no en nuestro propio bienestar.

¿Alguna vez te has planteado como eres percibido como compañero/a, como jefe/a o como subordinado/a? Seguramente esta cuestión sea uno de los factores más relevantes en la predicción del éxito profesional. No me refiero a que tengas la oratoria de Barack Obama, si no asegurar una comunicación efectiva.

Pero, ¿que es una comunicación efectiva? Nos referimos a comunicación efectiva cuando un mensaje se comparte, recibe y comprende sin alterar su objetivo final. Esto no es tan sencillo como suena, pues de lo contrario no existiría el juego del teléfono escacharrado. A menudo pasamos por alto si nuestra comunicación es buena y si está consiguiendo el efecto que buscamos, normalmente no asumimos que nos hayamos explicado mal o que la otra persona, conforme a sus vivencias y experiencia de vida, haya hecho una interpretación de nuestro mensaje diferente a los que nosotros pretendíamos.

A continuación, daremos algunos tips para mejorar la comunicación y conseguir que esta se produzca con efectividad.

  1. Escuchar tratando de entender, no de responder: Es clave escuchar sin intención de responder. Cuando en nuestra mente estamos más pendientes de lo que vamos a responder que de entender lo que nos están diciendo nos perdemos mucha información. De hecho, casi da igual lo que nos digan porque tenemos la respuesta en la recamara, lo cual dificulta la empatía y por tanto el entendimiento.
  2. Ser lo más claro posible: A menudo nos encontramos con situaciones en las que el mensaje no es positivo ni agradable, por lo que nos encontramos dando rodeos que pueden dar lugar a ambigüedades y el mensaje puede ser distorsionado por la interpretación de cada persona. No dar nada por hecho puede evitar muchos conflictos, pues cada persona filtra los mensajes por sus vivencias, su cultura y su forma de entender la vida.
  3. Asegurarse de que tu interlocutor ha entendido el mensaje como tu pretendías: Puede parecer una tontería pero preguntar ¿Me has entendido? ¿Tienes alguna duda? ¿Qué opinas al respecto? Puede clarificar cuestiones no entendidas del todo y evitar posibles conflictos.

En resumen, si en las interacciones que tengas a lo largo del día pones tu foco en escuchar, en ponerte en la piel de tu interlocutor, intentas evitar rodeos y te aseguras de recibir feedback, tu forma de comunicar se vera beneficiada y por consecuencia tus relaciones y la percepción sobre tu persona ganarán en profesionalidad, además de contribuir a la construcción de relaciones de mayor confianza. Por no hablar de que los objetivos de la comunicación serán llevados a cabo con mayor éxito.

Cristian Ferrer

Talent Manager

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