Convergiendo en un modelo zero-trust para subsanar las lagunas de seguridad en el sector automoción

Los vehículos actuales son más software que metal. La informática de alto rendimiento (HPC, high performance computing) y las redes a bordo de los vehículos se han convertido en elementos centrales de todos los aspectos de la experiencia de conducción, desde el control de la carrocería, la asistencia al conductor, el infoentretenimiento y los sistemas de propulsión. Los clientes esperan que las funciones de un vehículo puedan actualizarse de forma inalámbrica con una arquitectura eléctrica/electrónica (E/E) centralizada que redefinirá los ciclos de lanzamiento actuales.

De hecho, se prevé que las funciones y servicios basados en software constituyan un mercado de 640.000 millones de dólares en 2031, pasando del 9%, o 181.000 millones de dólares, de los ingresos anuales actuales de los fabricantes de equipos originales al 22%, según el Instituto de Investigación Capgemini.

A medida que crecen el contenido del software de los vehículos y los servicios conectados, también lo hace la complejidad del código y la necesidad de que todo el ecosistema de automoción se enfrente a un nuevo conjunto de riesgos. El número de ataque maliciosos aumentarán, ya sea porque un pirata informático se apodere de una función de asistencia al conductor, manipule una actualización de software o aproveche las vulnerabilidades del software de acceso sin llave.

El modelo zero-trust propone que los fabricantes y proveedores de automóviles den prioridad a la identidad digital, al root of trust (RoT) basado en hardware y a la autenticación y autorización explícitas basadas en criptografía de todas las interacciones, incluida la microsegmentación a nivel de aplicación. A los desarrolladores de hardware y software se les debe conceder el acceso menos privilegiado y just-in-time, sin dependencias de la infraestructura de red y de la nube.

El proyecto zero-trust desarrollado por Capgemini, Arm y NetFoundry proporciona una base de próxima generación para acelerar la innovación en software y la transición a nuevos modelos de negocio digitales en la industria del automóvil. Por diseño, resuelve los desafíos clave y aborda las vulnerabilidades críticas en la seguridad de la conectividad desde el egge y cloud a los sistemas y aplicaciones en el vehículo. El proyecto elimina la complejidad de la infraestructura y aporta agilidad nativa de la nube, escalabilidad y conectividad móvil sin fisuras a los vehículos conectados con un diseño basado en estándares y componentes de código abierto.

El plan zero-trust ayuda a los OEM de automoción y a sus ecosistemas a seguir centrándose en el desarrollo de la conducción autónoma, al tiempo que implementan sistemas seguros y escalables para rentabilizar las aplicaciones y los nuevos servicios de los vehículos conectados. La confianza y la seguridad allanarán el camino hacia el futuro de la movilidad.

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