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Diversity and inclusion

Ser mejor persona

Las ventajas del voluntariado

En Guatemala, el voluntariado está ofreciendo un futuro mejor a las comunidades locales y cambiando también la vida de los colegas de Capgemini.

«En Guatemala, casi el 80% de la población indígena vive en la pobreza», afirma Eduardo Castillo, Responsable de Servicios Empresariales de los Centros de las Américas de Capgemini. «Muchos niños no tienen la oportunidad de estudiar. Para ayudar a sus familias a ganar dinero, van a trabajar al campo desde muy pequeños. Si van a la escuela, las condiciones para el aprendizaje no siempre son buenas».

En este contexto, hace 10 años empezamos a trabajar con la organización sin ánimo de lucro United Way Guatemala.

«Nuestro programa Construir un futuro mejor ayudó a construir escuelas y a ofrecer a los niños mejores condiciones para aprender, por ejemplo, creando nuevos laboratorios informáticos», dice Eduardo. «Fue estupendo, porque los propios colegas de Capgemini ayudaron a construir la escuela, levantando los bloques y pintando los edificios. Otros colegas ayudaron a instalar las aulas de informática y organizaron actividades con los niños». En total, los voluntarios de Capgemini ayudaron a construir cuatro escuelas y a instalar cuatro laboratorios informáticos, beneficiando a más de 2.500 jóvenes.

En total, los voluntarios de Capgemini ayudaron a construir cuatro escuelas y a instalar cuatro laboratorios informáticos, beneficiando a más de 2.500 jóvenes.

Necesidad de cambio

Cuando empezó la pandemia de Covid-19, Eduardo supo que el programa tendría que cambiar.

«Empezamos a pensar qué más podíamos hacer», dice. «El equipo de Capgemini seguía queriendo ayudar, así que ¿cómo podíamos continuar el buen trabajo?».

Para encontrar la respuesta, Eduardo y su equipo miraron más allá de las escuelas para implicar a comunidades enteras. Algunas comunidades necesitaban agua potable o ayudar a las madres a reincorporarse al trabajo. Para reflejar este panorama más amplio, el programa evolucionó hasta convertirse en «Construir un futuro sostenible».

«Una forma en la que estamos ayudando ahora es creando programas de academias digitales para estudiantes mayores de 18 años en la comunidad de Jocotenango», explica Eduardo.

En todo el mundo, las academias digitales de Capgemini ofrecen formación especializada en competencias informáticas para ayudar a personas de comunidades desfavorecidas a encontrar un empleo sostenible y alcanzar la independencia económica.

«El objetivo», dice Eduardo, «es ayudar a los estudiantes a adquirir los conocimientos tecnológicos que les ayudarán a incorporarse y tener éxito en el trabajo».

Marcar la diferencia

Según Eduardo, un aspecto importante en el éxito de los proyectos es «la diversión».

«Cuando hacemos voluntariado, también tenemos que hacer nuestro trabajo diario en Capgemini, pero no podemos defraudar a las comunidades. Tenemos que asegurarnos de que cumplimos lo que prometemos. Una forma de asegurarnos el éxito es divirtiéndonos. Si estamos enseñando a los niños, tiene que ser divertido para ellos, y si estamos consiguiendo que nuestros colegas dediquen su tiempo a construir una escuela, también tienen que divertirse. La diversión es necesaria para que los colegas se ofrezcan voluntarios porque quieren, no porque sientan que tienen que hacerlo».

La diversión es uno de los valores fundamentales de Capgemini, y Eduardo dice que puede ayudar a difundir una actitud positiva en todo el equipo y más allá: «Divertirse debe estar funcionando, porque cada vez que invitamos a los compañeros a echar una mano, muchísima gente levanta la mano para ofrecerse voluntaria. En Capgemini siempre hay ganas de ayudar, y si alguien tiene una buena idea para un nuevo proyecto, estamos dispuestos a ver si podemos darle vida. Ahora, creo que proyectos como estos han pasado a formar parte de nuestro ADN».

Continuación del buen trabajo

Para Eduardo, una enseñanza personal de los proyectos de voluntariado es que la construcción de un futuro sostenible para todos es algo que nunca puede darse por concluido.

«Cuando logras un hito, puedes sentirte satisfecho, pero luego piensas: ‘¿qué es lo siguiente? Es una rueda que nunca deja de girar. Tenemos una responsabilidad con nuestras comunidades y con todos los colegas que han contribuido o quieren contribuir a que los programas sigan avanzando.»

En última instancia, cree que el compromiso con la causa se mantiene porque lo que dan los voluntarios es sólo una fracción de los beneficios que reciben.

«Algunas personas dicen que el voluntariado consiste en dar sin recibir nada a cambio, pero yo creo que recibes mucho más de lo que das», afirma. «Siempre que ayudas a otra persona, te sientes bien. También te sientes realizado. Cuando haces eso en el trabajo, te conviertes en mejor profesional y mejor ser humano. También muestra a la próxima generación cómo es posible construir un futuro mejor. En Capgemini, se siente como una parte natural de lo que hacemos». Con esa actitud, la creación de resultados positivos para las comunidades de Guatemala parece que seguirá formando parte del trabajo diario de nuestros colegas.

Vea este vídeo para saber más sobre los proyectos de voluntariado en los que ha estado trabajando nuestro equipo en Guatemala y que han beneficiado a más de 2.500 niños:

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