Saltar al contenido
Capgemini_inside-stories_Hunting-for-dragons
Future-shaping projects

Cazando dragones

Cómo una arqueóloga se convirtió en ingeniera de datos

Sarah Gonçalves comenzó su carrera como arqueóloga, desenterrando los secretos del pasado por toda Francia antes de reciclarse como ingeniera de datos. Aporta la misma curiosidad a su nueva vocación en Capgemini, utilizando la inteligencia artificial (IA) para descubrir lo que hay debajo de la superficie.

Sarah Gonçalves no siempre fue ingeniera de datos. En su carrera anterior, como arqueóloga, cazaba dragones.

La historia es la siguiente: durante una expedición, su equipo descubrió una colección de espadas de la época gala en un sitio arqueológico en Francia. Identificar los artefactos fue difícil hasta que desplegaron una herramienta tecnológica “mágica”.

Historias de alta tecnología

“La gente no es consciente de lo innovador que se ha vuelto el sector”, explica Sarah. “Los arqueólogos utilizan habitualmente herramientas que han evolucionado desde los sectores médico y militar, así como técnicas de IA basadas en datos”.

Usando un proceso llamado tomografía, que requiere de una enorme máquina de imágenes, Sarah y su equipo escanearon las espadas e hicieron un descubrimiento emocionante. “De repente, vimos grabados de dragones en las espadas que habían sido invisibles a simple vista”, menciona Sarah. “Gritamos de alegría, porque confirmó que las espadas pertenecían a una cultura específica, y el descubrimiento cambiaría por completo nuestra interpretación del lugar”.

Una pasión por el pasado

Sarah estudió arqueología en la Sorbona de París y luego obtuvo una maestría, especializándose en construcciones de madera y arcilla sin cocer del período galo. Más tarde trabajó para la galería del Louvre, ayudando a promover la disciplina de forma más amplia y participando en varias excavaciones arqueológicas.

Si bien las excavaciones fueron definitivamente la parte más emocionante del trabajo, Sarah siempre estuvo interesada en las nuevas tecnologías disponibles para los investigadores. “Además de la tomografía, los arqueólogos usan la fotogrametría, la realidad aumentada y el diseño asistido por ordenador para analizar hallazgos y mapear sitios históricos”.

Vientos de cambio

Este interés fue crucial cuando Sarah tomó la decisión de reciclarse, utilizando algunas de las competencias que había adquirido en la profesión arqueológica en una nueva carrera. “Gran parte de la arqueología implica examinar archivos y hacer referencia a datos geológicos y topográficos. Como ya estaba familiarizada con las bases de datos y cómo analizarlas, pensé en intentar entrar en el campo de los datos y lo digital”.

Sarah se unió a la Escuela de IA de Microsoft durante nueve meses de formación intensiva, antes de pasar por un año de prácticas laborales en la parte del negocio de Insight & Data de Capgemini, que tiene un convenio con el curso. Poco después, le ofrecieron un trabajo fijo en Capgemini.

Sentido de servicio

“En mi carrera anterior, me encantaba trabajar para instituciones públicas en proyectos que ayudaban a la sociedad a través de un mayor conocimiento y comprensión”, dice Sarah. “Durante mi reciclaje, me di cuenta de que una carrera en tecnología me permitiría hacer esto”.

En Capgemini, está involucrada en la construcción de un lago de datos y herramientas de IA para un cliente del sector público para ayudar a identificar automáticamente los embarcaciones que son dignos de una mayor investigación. “Estoy muy contenta de estar haciendo algo que vale la pena, ayudando a las autoridades a trabajar de manera más efectiva”, dice Sarah.

Excavación de los datos

Aunque Sarah no ha cazado dragones recientemente, siente que existe una clara continuidad entre su función actual y su carrera anterior. “Como arqueóloga, estás buscando pistas y cavando debajo de la superficie para encontrar tesoros del pasado. Ahora, como ingeniera digital, uso la IA y los datos para revelar patrones y hacer descubrimientos. Sigo excavando, pero de una manera diferente”.

Para ella, hay una característica común que une las dos profesiones: “Hay que tener curiosidad, esa es la clave. El deseo de buscar y encontrar cosas.”

Transición positiva

Al recordar los dos años transcurridos desde que se recicló, Sarah se siente orgullosa de su evolución. “No estaba segura de si podría tener éxito en el sector de la tecnología o si me gustaría, pero ahora amo mi trabajo”, dice. “Además de mi función principal, he sido scrum master durante el último año y estoy a cargo de incorporar a los recién llegados al proyecto”.

Además, su experiencia en arqueología ejerce como un activo, dándole una visión más amplia y contextualizada. “Siento que Capgemini realmente valora mi experiencia, y recomendaría encarecidamente a cualquiera que esté considerando un cambio de carrera que aproveche la oportunidad. El campo digital ahora es tan diverso que, mientras tengas curiosidad, seguramente encontrarás algo con lo que disfrutes”.

Sarah has had an idea to use AI to search for possible archaeological sites that are currently unknown by using an algorithm to sift through a database of geographical and topographical data. By using data from existing sites – proximity to water, mountains, valleys, and so on – she hopes to anticipate and locate sites that haven’t been discovered, but which have the potential to yield artefacts. She is doing this alongside her work at Capgemini.

Inside stories