Espíritu emprendedor para el 2009

Grenoble, octubre de 1967, Serge Kampf empieza Capgemini con 100.000 francos. Hoy su capitalización bursatil es de miles de millones de euros. Hace unas semanas Sarkozy ha promocionado al Presidente y Fundador de Capgemini a Comandante de la Legión de Honor, como reconocimiento por su servicio a los negocios y al comercio externo.

La osadía y el trabajo duro siempre acompañan al emprendedor. Lo necesitan para recorrer un camino que no existe. “No tenemos miedo de luchar” decía Kampf en 1986.

Ese mismo espíritu impregna también el trabajo de muchos en Capgemini. Aquellos que, arriesgando, proponen una solución distinta a la que ha tenido éxito en el pasado. Otros que ponen su creatividad en marcha aunque tengan mucho trabajo y poco tiempo. La inspiración, sin el esfuerzo de un trabajo riguroso, se queda en elegante teoría.

Muchas veces no nos imaginamos la cantidad de cosas que podemos hacer si somos capaces de reinventar cada mañana. Es importante afrontar nuestras rutinas con optimismo, cuestionando cuando sea necesario la forma en que hacemos las cosas. Emprender nuestro trabajo con la responsabilidad de una aventura personal.

¿Es posible tener espíritu emprendedor trabajando en una gran multinacional? ¿Podemos llamarle así?