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Dr. Móvil

Capgemini
2012-10-18

Hace unas semanas hablábamos de la innovación asociada a la movilidad y a la experiencia de usuario, y poníamos como ejemplo las gafas inteligentes. Pero hay otros muchos campos en los que la movilidad promete importantes mejoras en nuestro día a día. Promete y cumple. Me refiero al sector sanitario y asistencial.

Ya en los orígenes de la Web, o incluso antes con sistemas como el recientemente desaparecido Minitel, comenzaron a aparecer contenidos y aplicaciones específicos en este campo. Los destinatarios de esta información podían ser tanto pacientes como comunidades de profesionales.

Con el salto del PC al móvil, no sólo se han adaptado las soluciones existentes para su uso en movilidad, sino que están apareciendo nuevas aplicaciones que contribuyen a mejorar nuestra salud.

En primer lugar, podemos encontrar multitud de apps informativas. En estas aplicaciones, que nos pueden ayudar a resolver dudas en materia de salud y bienestar, es fundamental garantizar la confiabilidad de la información, que deberá estar avalada por organizaciones o profesionales reconocidos.

Avanzando un poco más en interactividad, en los markets de aplicaciones tenemos a nuestra disposición utilidades tan variopintas como pastilleros virtuales (con recordatorios para las tomas de medicamentos), apps para el seguimiento del embarazo o checklists para preparar la consulta con un especialista sin olvidar dudas o información importante.

En ámbitos más específicos, algunos servicios sanitarios han desarrollado herramientas para prepararse adecuadamente ante una intervención quirúrgica. Este tipo de aplicaciones van más allá de su función de utilidad para el paciente, ya que pueden evitan desprogramaciones de última hora porque un paciente no haya seguido las indicaciones del preoperatorio, lo cual en última instancia repercute en una mejora de la calidad de la asistencia sanitaria.

Otra de las aplicaciones en que la movilidad está cobrando protagonismo es la teleasistencia. Este mismo verano han aparecido varias noticias en los medios sobre la posibilidad de recibir asistencia sanitaria en el extranjero, a través de Skype o Facebook, o la posibilidad de realizar consultas con el médico, a través de un sistema de videoconferencia móvil, desde guarderías, residencias de personas mayores o el propio domicilio de un paciente.

El futuro, ahora

Todas estas aplicaciones son más o menos conocidas y utilizadas, pero hay algunas novedades recientes que nos demuestran que, una vez más, el futuro ya está aquí.

Hoy en día podemos encontrar en el mercado dispositivos móviles y periféricos que recogen información de nuestro cuerpo mediante sensores, y la procesan en un smartphone. En base a datos del ritmo cardíaco, la temperatura, sudoración e incluso la postura corporal, estos sistemas son capaces de diagnosticar problemas y reaccionar rápidamente ante ellos (por ejemplo, realizando una llamada a un número de teléfono, o enviando los datos a un sistema informático).

Dando un paso más, hace pocas semanas se publicó la noticia de que la FDA (US Food and Drug Administration) ha aprobado para su uso un pequeño circuito integrado ingerible, que se puede incorporar a los medicamentos y proporciona información desde dentro de nuestro cuerpo. El circuito se activa al reaccionar con los ácidos del estómago, y es capaz de enviar datos a un dispositivo móvil que indica al médico en qué momento se ha tomado la medicación. De este modo, los especialistas pueden asegurarse de que el paciente está siguiendo las pautas prescritas y evaluar mejor la efectividad del tratamiento.

Hasta aquí el presente, pero seguro que la tecnología no se detendrá ahí. En pocos años, además de incorporarse nuevos periféricos de recogida de información, se añadirá la capacidad de actuar de vuelta. Por otra parte, la creatividad de los desarrolladores encontrará nuevas formas de utilizar los dispositivos móviles en beneficio de nuestra salud, que ahora no podemos ni siquiera imaginar.

El Dr. Móvil está cada vez más cerca.