Automatización robótica – grandes beneficios

Aquí en California amamos nuestro vino y cosechamos muchas uvas. Supongamos por un momento que tú y yo estamos en el negocio del vino, y que hemos escuchado sobre una fabulosa variedad nueva de uvas.  Se da una gran cosecha, es robusta, el contenido de azúcar es perfecto y las cosechas de prueba indican que es excelente para un gran vino. ¿La compramos de inmediato y plantamos tanto como podemos? Es un viñedo, así que ¿por qué esperar? ¿Qué nos detiene?

No. Claro que no. Producir un buen vino requiere mucho más planeación y trabajo que sólo plantar uvas. Necesitamos analizar la tierra para asegurarnos que es adecuada. Debemos ver si la irrigación y la escorrentía funcionan para esta nueva variedad. Debemos estar seguros que no hay plagas con las que debamos tratar en nuestra zona. También debemos analizar si nuestra cosecha, fermentación y almacenaje son óptimos, y  debemos tomar en cuenta ventas, distribución y mercadotecnia.

Hacer un cambio fundamental de negocio requiere que hagamos nuestra tarea y consideremos el proceso de principio a fin, desde cultivar y cosechar nuevas uvas hasta la venta del nuevo vino.

Parte de un proceso más amplio

La automatización robótica es un poco cómo decidir producir un nuevo vino usando una nueva y mejor variedad de uvas. Sin embargo, dentro de todo el entusiasmo tecnológico que rodea a la automatización robótica de procesos (RPA) e inteligencia artificial (IA), es fácil olvidar que aplican las mismas reglas.

Sólo por que la automatización robotizada puede entregar beneficios significativos a una organización (y vaya que puede), no significa que debas precipitarte para implementarla. Mientras menos esfuerzo dediques a analizar y optimizar tus procesos existentes, es más probable que tu automatización sea, en el mejor de los casos fragmentada, y en el peor de los casos, costosa, poco efectiva y posiblemente hasta contraproducente.

En breve, la automatización robotizada, no sólo es una propuesta tecnológica. Debe ser vista como parte de un programa comprensivo e inteligente de transformación. Debe ser el último paso en una cadena de procesos que incluye analizar las operaciones actuales, eliminar los pasos que no agregan valor, estandarizar procesos y finalmente optimizarlos. Sólo entonces hace sentido aplicar la automatización robótica.

No hacer esto resulta en automatizar procesos ineficientes, que amplifica sus resultados negativos, generando desencanto con la automatización robótica. La buena noticia es que un enfoque de transformación más amplio no agrega mucho tiempo, y con el enfoque adecuado hacia la automatización inteligente puedes (para continuar con la analogía) incrementar la calidad y cantidad del “vino” que produces.

Nuevas alianzas

En términos de la administración estratégica del negocio hay algo implícito en todo esto, y que resulta muy interesante.

En mi experiencia, la automatización inteligente, RPA, y similares muchas veces son vistos en términos binarios. La responsabilidad recae ya sea en la unidad de negocio y sus tomadores de decisiones o en la función de TI.

De hecho, ninguno de estos enfoques es la mejor respuesta. Tal y como una buena crianza de vino necesita más que una buena uva, RPA necesita más que gran tecnología o gran dirección estratégica. Necesita ambas. El negocio debe ser el impulsor, pero TI puede hacer que la tecnología funcione en un ambiente específico. El negocio toma la decisión y TI la hace realidad.

El involucramiento conjunto de TI y el negocio es vital. Juntos, saben qué se puede lograr con la automatización inteligente y analizar lo que la empresa debe hacer para prepararse para su implementación y para cosechar sus beneficios.

Llegando a un entendimiento

No sólo es tu función de finanzas y contaduría (F&A) la que se beneficiará de estos desarrollos. Ventas y mercadotecnia, recursos humanos, producción y operaciones de TI verán resultados positivos si el trabajo preliminar se ha hecho bien. La calidad del trabajo mejora, incrementa la eficiencia y la experiencia de usuario mejora – no sólo para la empresa, también para los clientes y otros tomadores de decisiones.

En Capgemini, hacemos una analogía de los papeles de negocio que puede jugar la automatización inteligente con una combinación de sentidos, similar a los sentidos humanos. Los “cinco sentidos” de la automatización inteligente trabajan en conjunto para crear soluciones de automatización que generan una experiencia de usuario responsiva, relevante e intuitiva. Estos atributos son una fusión de procesos inteligentes y automatización, y cada uno tiene un sentido humano correspondiente: Ver, Escuchar/Hablar, Actuar, Pensar y Recordar.

También reconocemos que no todos los procesos de negocio están listos para la automatización, y ayudamos a nuestros clientes a identificar procesos que, de automatizarse, serán tan inefectivos o podrían ampliar problemas existentes. Para enfrentar esta eventualidad hemos desarrollado nuestra metodología ESOAR (Eliminar, Estandarizar, Optimizar, Automatizar, Robotizar), una forma efectiva de asegurar que sólo los procesos que pueden automatizarse efectivamente sean los que se automaticen.

Para saber cómo la automatización inteligente de Capgemini puede entregar valor para tu organización contacta a  marty.borcharding@capgemini.com

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