Construyendo puentes

“Sin una acción decisiva, la brecha digital se convertirá en la nueva cara de la desigualdad”. Estas son las palabras de Amina J. Mohammed, subsecretaria general de las Naciones Unidas, hablando en 2021. Observó que casi la mitad de la población mundial, 3.700 millones de personas, la mayoría de ellas mujeres en países en vías de desarrollo, todavía están desconectadas.

En la sociedad digital que avanza rápidamente, no todos sienten los beneficios del desarrollo tecnológico en la misma medida. De hecho, quienes carecen de competencias digitales se enfrentan a una batalla continua por acceder a los servicios básicos, como la banca y la atención médica, y por aprovechar las oportunidades laborales.

Presentación de Sakhi Drishtikon

Capgemini está tomando medidas para cerrar la brecha digital a través de un programa llamado Sakhi Drishtikon. Esta iniciativa busca impulsar las competencias de TI de las mujeres en la India rural y ayudarlas a establecer una carrera tecnológica. Los candidatos proceden de familias que se encuentran en el extremo inferior del espectro de ingresos y de las que tienen una calificación en una asignatura técnica.

La mayoría de las candidatas se someten a una formación básica inicial sobre competencias básicas de TI antes de unirse al programa. La formación es impartida por EduBridge, una plataforma de desarrollo profesional que trabaja con agencias gubernamentales y externas para proporcionar cursos de desarrollo de competencias para personas desfavorecidas. Luego, las candidatas reciben una formación de 12 meses con el equipo de Servicios de infraestructura en la nube de Capgemini antes de empezar a trabajar en proyectos de clientes en vivo.

Construyendo puentes

Ananya es originaria del distrito de Davanagere en el sur de la India. Obtuvo una licenciatura en ingeniería de la Universidad Tecnológica de Visvesvaraya y se matriculó en el programa en febrero de 2021.

“El programa está diseñado para ayudar a las mujeres de las zonas rurales que se encuentran con barreras para trabajar debido a los bajos ingresos, la falta de competencias tecnológicas y de TI, o problemas de idioma, y estaba decidida a aprovecharlo al máximo”, dice Ananya.

Otra compañera que pasó por el programa es Kanimozhi, ahora analista sénior con sede en Pattukottai, India. Estudió informática e ingeniería en el Instituto Tecnológico PERI antes de ser formada por EduBridge en competencias tecnológicas como Java.

Capgemini estaba reclutando a través de EduBridge para el programa Sakhi Drishtikon e invitó a Kanimozhi a una entrevista. Ella describe el momento en que le ofrecieron una plaza como un momento verdaderamente mágico. “Sentí que realmente había demostrado mi valía. Fue una sensación maravillosa”.

Competencias valiosas

Para Ananya, el curso fue extremadamente valioso porque la empujó a un territorio nuevo y emocionante. “Además del conocimiento técnico, Sakhi Drishtikon nos enseñó sobre comunicación profesional y cómo presentarnos en un entorno corporativo. Aprendimos a trabajar en equipo y a reconocer nuestras fortalezas y debilidades”.

El punto culminante para Kanimozhi fue obtener competencias de TI bajo demanda. “Aprendimos sobre hardware y software de ordenadores, desde máquinas virtuales hasta sistemas operativos Windows y Linux”.

Carreras exitosas y sostenibles

La líder del programa es Radhika Ramesh, vicepresidenta ejecutiva y directora del Centro de Entrega Mundial de los Servicios de infraestructura en la nube de Capgemini. Para ella, Sakhi Drishtikon es una iniciativa oportuna que aprovecha las nuevas formas de vivir y trabajar.

“Hay un gran número de mujeres rurales calificadas que no pueden explorar oportunidades de carrera en las ciudades”, dice. “No solo estamos tratando de darles trabajo, sino que queremos labrarles carreras a largo plazo”.

Cambios profundos

Además de preparar a Ananya para una carrera exitosa en el sector de la tecnología, el programa también ha traído consigo algunos cambios personales significativos.

“Para algunas personas, especialmente aquellas de entornos menos prósperos, la confianza en el lugar de trabajo no es algo natural”, dice. “En la universidad, sufría de ansiedad, especialmente en situaciones grupales, donde me costaba expresar mis pensamientos y opiniones”.

Sin embargo, el programa Sakhi Drishtikon permitió a Ananya practicar la presentación de sus puntos de vista en un entorno de apoyo. “Tuve que hacer una presentación frente a 60 personas, lo que fue un gran momento. El programa cambió totalmente la forma en que me comunico y me expreso. Si me hubieran preguntado antes del curso, probablemente habría estado demasiado nerviosa para hacer esta entrevista y aparecer en un artículo”.

Consecución del potencial

Kanimozhi también afirma que obtuvo un cambio positivo de perspectiva debido a su participación en el programa. “En Capgemini, y en el sector tecnológico en general, todos son iguales”, dice. “Todos tenemos los mismos derechos y nadie es mejor que nadie. Este no es siempre el caso en toda la sociedad”.

Ananya anima a todas las elegibles a unirse al programa Sakhi Drishtikon y tiene algunos sabios consejos: “Es bueno especializarse en el área que te apasiona y estudiarla en profundidad. Esto te ayudará a sentirte segura de que conoces la tecnología cuando te muevas entre diferentes clientes y proyectos”.

A finales de 2021, 525 mujeres se habían unido a Capgemini a través del programa y estamos comprometidos a continuarlo para ayudar a las mujeres a superar algunas de las barreras que pueden impedirles alcanzar su potencial y encontrar carreras exitosas y gratificantes en el sector tecnológico.