Estos sistemas requerirán una conectividad avanzada a través de comunicaciones de gran ancho de banda, con arquitecturas orientadas a los servicios e infraestructuras en la nube críticas para la seguridad. Pero muchos utilizan actualmente sistemas de comunicaciones legados, como el Sistema Global de Comunicaciones Móviles (GSM-R), basado en tecnología 2G de hace décadas.

Un futuro ferrocarril inteligente tendrá que actualizarse. Como estas actualizaciones se producen de forma irregular, desde la última se han producido numerosos avances. Por eso, muchos ferrocarriles quieren pasar directamente al 5G, con el estándar Future Railway Mobile Communication System (FRMCS).

Diseñado por la Unión Internacional de Ferrocarriles, el FRMCS aspira a convertirse en el estándar mundial. Se trata de una arquitectura de red diseñada para ofrecer una plataforma de software pensada para el ferrocarril en la que puedan crearse y lanzarse fácilmente nuevos servicios digitales, así como actualizarse de forma inalámbrica.

El objetivo es que FRMCS sustituya a GSM-R en los próximos 7-10 años. Pero no será tarea fácil. Los ferrocarriles son complicados y los nuevos servicios llevan tiempo debido a las numerosas pruebas, verificaciones y estrictos requisitos de seguridad. Los retos tecnológicos son inmensos, como el funcionamiento dual durante el periodo de coexistencia, las decisiones sobre el tipo de red y el despliegue tecnológico, y las nuevas amenazas a la seguridad.

Pero son retos que debemos superar para crear las futuras redes ferroviarias y conseguir todas las mejoras de seguridad y ahorros de costes que conllevarán.

En nuestro nuevo libro blanco, Future Railway Mobile Communication Systems, analizamos las ventajas y los retos del despliegue del 5G en el marco del FRMCS, y proponemos un modelo de estrategia de migración.