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¿Nube o Tierra? La respuesta es Filosofía

Capgemini
2012-03-30

Cada día son más los clientes que nos plantean dudas sobre el modelo de sistemas hacia el que dirigir a sus organizaciones, soluciones en la Nube o soluciones tradicionales.

José Ortega y Gasset, unía la “Filosofía” a las “circunstancias”, haciendo famosa su expresión: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Un siglo después de esta afirmación, sigue estando vigente en aspectos tan terrenales como la estrategia de una compañía o el modelo de los sistemas en el que se apoyen sus procesos de negocio

La pregunta, por concreta que parezca, no tiene una respuesta genérica, sino que formula a su vez una serie de cuestiones alrededor de diversos factores a considerar; ¿Qué sistemas posee mi compañía actualmente?, ¿Qué ataduras contractuales tiene mi empresa con sus proveedores actuales?, ¿Qué compromisos  estoy dispuesto a asumir en el futuro?, ¿He contemplado todos los escenarios posibles?, ¿ Estoy teniendo en cuenta la estrategia empresarial y los procesos que ésta conlleva?, ¿Tenemos una comparativa de las tecnologías / capacidades de la Nube vs Tierra?,  ¿Se ha realizado un caso de negocio a medio y largo plazo?,…

Muchas cuestiones y dos recomendaciones: la primera, es que antes de ponerse a andar el camino, se analicen las diferentes alternativas, cuál es el recorrido más eficiente y qué peajes hay en el camino. La segunda es que nos rodeemos del mejor aliado posible: existen empresas con conocimiento del mercado, de las tecnologías, de los diferentes modelos y con experiencia en ejercicios similares. Es en este último aspecto, donde Capgemini es un player de referencia, con experiencia contrastada en este tipo de proyectos en empresas de referencia en el mercado nacional e internacional.

En resumen, no empecemos el viaje sin haber invertido el tiempo necesario en planificar la ruta. Ello nos permitirá alcanzar nuestro objetivo, evitar sobresaltos y adquirir compromisos con la certeza de poder cumplirlos. Y para ello, lo primero es saber elegir el acompañante, alguien que sepa entender a “mi empresa y sus circunstancias”.

Buen viaje por tierra o aire