Fábricas inteligentes e industria 4.0. ¿Trata realmente de la interacción humana?

Cada vez que lees las noticias sobre el último tipo de automatización de fabricación (robots, cobots, chatbots, drones, realidad aumentada, realidad virtual, etc.) a menudo parece ser un artículo centrado en las posibles desventajas: la pérdida de puestos de trabajo o el efecto deshumanizador en el lugar de trabajo o el “aumento de las máquinas”. Se escribe muy poco sobre las ventajas de la automatización, ya sea para la economía global, un negocio en particular o el ser humano que a menudo se desplaza a la periferia de la discusión.

Seamos realistas: la única razón por la que cualquier negocio invertirá en nuevas tecnologías es para crear un mejor retorno para sus accionistas. Simple. La razón por la que esas inversiones a menudo fracasan es que no hacen una cosa simple: no tienen en cuenta al ser humano en todo esto. Son los seres humanos a quienes se les pedirá que proporcionen la supervisión de un nuevo lugar de trabajo automatizado. Son los seres humanos los que diseñan, construyen y mantienen equipos. Son los seres humanos quienes evaluarán un caso de negocio para invertir en nuevas tecnologías (porque la automatización en la fabricación no es barata) y en nuevas formas de trabajar.

Para dar a las personas la mejor oportunidad de hacer un buen trabajo, necesitamos proporcionarles (nosotros) la información más relevante para la tarea en cuestión. Un diseñador de productos necesita un buen resumen del cliente, una buena comprensión del uso previsto del producto, una comprensión detallada del rendimiento requerido del producto terminado y los materiales que está utilizando. También deben ser conscientes de los costos de los materiales, los costos de fabricación y los costos para proporcionar soporte en el futuro. Simplemente, necesitan una gran cantidad de datos. Esto se aplica en toda la cadena de valor, desde la conceptualización hasta la realización del producto, y hasta la prestación de servicios y el consumo de productos/servicios. Sin embargo, la capacidad de datos avanzada es relativamente rara entre los fabricantes. Sólo el 45%, por ejemplo, puede acceder y analizar datos de toda su cadena de valor de acuerdo con nuestro informe Smart Factories @Scale.

La recopilación y evaluación de datos se entienden bien en la fase de diseño del producto, y cada vez más en la fase de consumo de productos/servicios (se nos anima a todos leer las etiquetas sobre casi todo lo que consumimos, para evaluar el contenido de autenticidad, calorías, sal, grasa, azúcar. Es interesante que el gobierno (al menos en el Reino Unido) se haya dado cuenta de que, con el tiempo, los consumidores dejan de leer los detalles en el empaque y por eso el gobierno ha introducido un sistema de semáforos para agregar de datos el cual proporciona información que, de un vistazo, indica si algo es “bueno para ti”.

Este es uno de los desafíos clave para la Industria 4.0 y el desarrollo de la Fábrica Inteligente. ¿Cómo permite que el humano a cargo proporcione el control necesario sobre un proceso de fabricación mientras intenta automatizar todo? Todo lo que es, que se puede hacer más rápido, con mayor precisión y con mayor fiabilidad que cuando se hace por un recurso humano.

Realmente no importa si su visión de una fábrica inteligente es, por ejemplo, el uso de robots en la línea de producción, o el uso de IA para proporcionar comprobaciones de calidad, o la implementación de un algoritmo para optimizar el uso de los diversos recursos en el proceso de fabricación. Es el papel del ser humano en la nueva forma de trabajar el que debe recibir la mayor atención y probablemente el que menos la recibe.

En una empresa inteligente del futuro donde TI (la capacidad de proporcionar un escrutinio cada vez más estrecho en un negocio) y OT (la necesidad de automatizar la tecnología operativa) están estrechamente integrados, ¿quién está diseñando el papel para el “yo digital?” ¿Será el papel del ser humano lo que queda después de que hayamos automatizado todo lo que posiblemente se pueda automatizar? ¿Seremos la última parte del diagrama de flujo de decisiones de automatización? SI no es económicamente viable automatizar ENTONCES dar la tarea a un humano. Para averiguar cómo Stanley Black & Decker Inc., una empresa de herramientas eléctricas industriales y de consumo S&P 500, utilizó la convergencia IT-OT para desarrollar una solución coherente para gestionar una línea de producción compleja, te invitamos a leer nuestro informe Smart Factories @Scale.

Los humanos son buenos resolviendo problemas. Cuando una fábrica necesita cambiar su producción mañana debido a un cambio en la demanda de sus productos hoy, podemos alimentar los datos de demanda en nuestro software, pero es el humano quien deberá evaluar si esto es algo sensato. Sí, es poco óptimo que una empresa tome decisiones de gestión ad hoc en respuesta a eventos no planificados, por lo que resulta de vital importancia utilizar todos los datos disponibles para dar una visión prospectiva de los resultados probables y dar al supervisor o gerente humano la mejor oportunidad de tomar la mejor decisión posible.

Si la Industria 4.0 trata sobre la interacción del mundo físico con el mundo automatizado, basado en datos, entonces deberíamos pasar más tiempo diseñando el papel del humano y, al diseñar los sistemas que van a utilizar, invertir tiempo y esfuerzo para asegurar que una empresa verdaderamente inteligente cree el entorno para que un ser humano tenga éxito.

Para saber más acerca de los principales fabricantes en el viaje de Smart Factory, lee nuestro informe Smart Factories @Scale.

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