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COVID-19 y teletrabajo

Juan Carlos Pascual
2020-04-17

En estas fechas que vemos publicadas tantas reflexiones sobre el COVID-19 y todo lo que le rodea, sin restarle importancia a las que nos informan de la situación en enfermos, toman especial relevancia aquellos aspectos que inciden de manera directa en nuestra vida diaria. El aislamiento y el teletrabajo en estos momentos ha de saber gestionarse, so pena de un gran impacto personal, profesional y económico. Por eso me gustaría resaltar una serie de medidas que considero indispensables para superar este periodo y salir reforzados para el futuro, No hay que olvidar que la pandemia nos ha predispuesto al teletrabajo y ha demostrado en muchos casos las bondades de éste frente a numerosas reticencias anteriores a la pandemia.

En primer lugar, es importante ocuparse de las personas queridas y aquellas con las que convivimos. Ha de buscarse un entorno en el que todos tengan una ocupación a la que dedicar su tiempo durante estas largas jornadas de confinamiento y dedicarles tiempo para ayudarles en todo lo necesario, consejos, ayudas, problemas cotidianos, académicos, … Todo esto es para conseguir una buena atmósfera en la que todos tengan algo que hacer y se sientan apoyados por los demás.

Por supuesto que la salud es importante, por eso se debe dedicar atención a la propia salud, atender a aquellos enfermos que no requieren aislamiento para proporcionarles una calidad de vida y la atención que merecen. Limpieza, alimentación, medicación y compañía pueden compaginarse con otras tareas para que no falte de nada.

Quería encaminar mis reflexiones hacia la parte más cercana con las circunstancias del teletrabajo y la seguridad, pero creo que, sin esta introducción, estaríamos dibujando un escenario irreal. Por eso, no debe olvidarse que nuestro trabajo forma parte de un trabajo en equipo y que al equipo también hay que cuidarlo. Tenemos compañeros que viven solos o que las circunstancias les han confinado sin compañía. La soledad nos hace vulnerables y esas personas merecen un mensaje de aliento que les haga sentirse parte importante de un proyecto común. Una llamada se agradece, y además fortalece al equipo.

El entorno tecnológico

Tras ocuparnos de que todo el mundo se sienta dentro de un área de humanidad y apoyo, será necesario disponer de las herramientas adecuadas para la práctica del teletrabajo. En esencia son las mismas que se usan en el trabajo presencial pero aderezadas con una serie de complementos que permiten aprovechar los recursos de manera adecuada y en algunas ocasiones sustituir algunas otras herramientas propias del trabajo presencial, como las Redes Privadas Virtuales, las herramientas de colaboración y las agendas, imprescindibles para coordinarse. Y, por supuesto, el espacio junto con el clima necesario para concentrarnos en el trabajo.

Hay que tener en cuenta que pasamos de realizar todas las interacciones en el ámbito de la empresa, físicamente hablando, a realizarlas en el ámbito del domicilio y esto influye mucho. El puesto de trabajo pasa a estar soportado en una infraestructura distinta, no es la red de la oficina, sino la WiFi de casa y los riesgos de sufrir un ataque o una brecha de seguridad están mucho más cerca del puesto de usuario, por eso es necesario cuidar este punto.

En primer lugar, el puesto de usuario debe ser seguro. Hay muchas maneras de conseguir la seguridad en el puesto de trabajo según la capacidad económica de la empresa. Virtualizar el puesto de trabajo y “subirlo” a la nube es una de ellas, probablemente la más eficiente en flexibilidad y costes. Esta alternativa nos permite trabajar con medios propios del empleado, como un dispositivo doméstico e implementar los medios de seguridad de manera balanceada para evitar que la potencia de la máquina final sea un problema.

Cuando la capacidad del cliente no es un problema y avanzando un paso en la capacidad económica, se puede trabajar con estaciones de usuario que permitan una rápida adaptación, con navegadores adaptados o pendrives que contengan la configuración necesaria para que la estación de usuario asuma una mayor carga y flexibilidad, lo que en Capgemini llamamos “My Workspace”. Aparte de las herramientas corporativas que precisan una conexión segura y las soluciones de virtualización, se pueden flexibilizar mediante las iniciativas de transformación en la nube que muchas compañías tienen en marcha y disponer de plataformas SaaS con una seguridad apropiada de acuerdo con su riesgo. La flexibilidad en las conexiones VPN son fundamentales para conseguir la disponibilidad, ya que en organizaciones grandes será necesario balancear aquellas conexiones que se realizan a través de la VPN y las que pueden realizarse por otros medios sin necesidad de sobrecargar a ésta, para optimizar el rendimiento de los medios puestos al servicio del teletrabajo.

Llegados a este punto, resulta necesario pensar que la optimización proporciona un importante ahorro en recursos, por eso, disponer de unas herramientas ofimáticas y de colaboración armonizadas ayudarán a conseguir que todos trabajen de la misma manera, puedan coordinarse y comunicarse para evitar ineficiencias. Aquí entran en juego paquetes como Office365 o GSuite, entre otros. La tarea de armonizar, en ocasiones requiere ayuda de formación en herramientas de colaboración y los cursos online o webinars pueden ser una buena idea.

Un portátil corporativo es una buena idea, que sea fácil de obtener y configurar es una idea aún mejor y que pueda cargar con la mayoría de las herramientas necesarias sin tener que buscar soluciones adaptadas podría ser el escenario ideal para aquellas organizaciones que opten por esta variante. Para soportar esta capacidad, existe toda una capacidad para gestionar tanto la logística como el soporte a la instalación, la gestión del endpoint y la facilidad de gestionar la Ciberseguridad de manera integrada.

Todas las opciones requieren de un soporte que resuelva las incidencias que se produzcan en el teletrabajo, no hay que olvidar que ya no es posible tomar el ordenador y llevarlo al CAU donde harán su magia para resolver el problema. Para esto hay una serie de alternativas perfectamente orquestadas para evitar que las incidencias afecten al (tele)trabajo de cada uno.

Cuando todo el entorno está listo, tenemos las personas capacitadas, las herramientas adecuadas y el soporte para que no pare, debemos ocuparnos de evitar los ataques que se producen aprovechando estas circunstancias, y aquí entra el juego la ciberseguridad.

Estructurar las medidas de seguridad nos ayudan a entenderlas y valorar el impacto que ayudan a evitar. Básicamente. Las medidas son de concienciación, protección y monitorización.

La concienciación se produce cuando los teletrabajadores conocen las mejores prácticas de seguridad y saben como reaccionar ante ataques dirigidos al usuario. También se produce cuando la organización está concienciada de lo que supone una interrupción en estas circunstancias y tiene dispuestos planes de continuidad de negocio y recuperación ante desastres. La continuidad del negocio es el objetivo final y estas medidas constituyen la ayuda más eficaz para conseguirla.

En lo que se refiere a la protección, el primero de los elementos a considerar es la VPN que es la que, además de proporcionar la conexión segura debe facilitar el trabajo proporcionando la capacidad adecuada. La arquitectura de seguridad en redes permitirá disponer de una conexión segura y capaz de absorber todo el tráfico. No olvidemos los elementos fundamentales en la seguridad de redes, como los firewalls.

Conocer las debilidades nos permite solucionarlas, por eso un servicio que permita disponer de configuraciones seguras, aplicarlas y vigilarlas mediante evaluaciones de seguridad no solamente nos permitirá corregir defectos de configuración, sino además conocer las vulnerabilidades que aparecen y corregirlas en el menor tiempo posible.

La evaluación de riesgos es una actividad intrínseca de la seguridad, pero si además se alinea con la gestión de identidades y accesos, permite lograr una alineación con el negocio. Que los implicados en la gestión de la información estén identificados, que cada uno acceda a lo que debe acceder y evitar los accesos no permitidos son la base para el cumplimiento de normativas, como GDPR o separación de funciones que pueden comprometer el negocio. Las auditorías periódicas permiten garantizar la buena salud de estos controles.

Y finalmente, la monitorización, mediante centros de servicios de ciberseguridad (SOCs) capaces de detectar patrones de ataque, responder en el menor tiempo posible y establecer recomendaciones ante nuevos ataques es la pieza que cierra el círculo no solamente de la ciberseguridad, sino de la continuidad del negocio. La gestión de ciberincidentes desde los SOC  se optimiza para conseguir la mayor capacidad de respuesta y minimizar cualquier consecuencia de un ataque.

Desde Capgemini estamos trabajando para garantizar la continuidad de los negocios de nuestros clientes en este periodo de confinamiento y hemos conseguido que las piezas que lo componen funcionen de manera coordinada para que las empresas no se paren. Estamos muy satisfechos de tener clientes agradecidos por la facilidad y rapidez con la que han podido garantizar la continuidad de sus actividades y además, estamos a disposición de aquellas organizaciones que necesiten nuestros medios humanos y técnicos para mantener la actividad del negocio.

Y, para finalizar…

Finalmente, todas estas “tareas” no deben ser antepuestas al propio bienestar. Es necesario establecer una rutina que contemple las comidas, la higiene, el ejercicio y el descanso. Descuidarse uno mismo es lo primero que ocurre antes comenzar a descuidarse de todo lo demás. Siéntete bien y capaz de interactuar con todos para ayudarles. Es la manera de conseguir que la máquina funcione y que todos estén satisfechos y tengan la confianza para conseguir sus objetivos. La salida del confinamiento no será como la salida de la cueva, sino que añadirá frescor y color a algo que funciona, y que en el futuro podrá repetirse sin traumatizarse, porque el teletrabajo llegó para quedarse.

Author

Juan Carlos Pascual

Experto en Ciberseguridad